11.12.11

Vientos del amanecer.

¿Se imaginan un día todos los países de latinoamérica se unen? Se imaginan que un día, un mañana, un amanecer, decidimos ignorar esos limites imaginarios que solo producen racismo y xenofobia, decidimos unirnos, decidimos ser uno, ser millones. Imaginate un continente para todos y para todas, imaginate una tierra donde nadie mande, donde la imaginación brote por todos lados, donde el cemento se cubra de hierba y podamos escalar arboles hasta la copa y ver una tierra del que estemos orgullosxs de vivir. Imagina, solo imagina. Me imagino el terror que causaríamos al norte. Es tan fina la línea que nos separa de revolucionar nuestras vidas. ¿El camino? la educación. Todo parte por eso. Un pueblo culto no elige burros de presidentes, un pueblo culto no elige presidentes. Un pueblo capaz de gobernarse solo no necesita presidentes. Un pueblo culto es un pueblo hermoso. Imaginemonos acostados en el pasto, viendo mil noches, solo escuchando nuestra respiración. Lo más hermoso de imaginar esto, es que hay más personas que se imaginan lo mismo en este instante. Da lo mismo si son dos personas, si son tres, si son diez. No importa que ahora seamos pocxs, porque cada día seremos más, porque cada día nos damos cuenta que este mundo, como es, debe cambiar. Y la gente lo sabe, la gente siente que algo está pasando y eso es hermoso, como de pronto la cabeza comienza a encajar todo, comenzamos a pensar, comenzamos a nacer. Si debemos tirar piedras las tiraremos, si debemos tapar nuestros rostros lo taparemos, si algún día hay que tomar armas, las tomaremos. Pero con la tiranía no se dialóga, a la tiranía no se le confía. Me encantaría que la paz pudiera ser el camino, me encantaría que las palabras con aquéllos imbéciles de la moneda y aquellxs que ostentan el poder sirvieran de algo y tuvieran valor, pero ya fuimos testigos de que lo único que recibimos a cambio de palabras son lumazos, detenciones, agua podrida y gases. Llegará un momento, un solo día, donde la rabia contenida explote en mil calles, en mil murallas, mil piedras, mil rostros y mil gritos. Nadie ni nada podrá contener un pueblo herido hasta en lo más ondo de su ser, un pueblo que sangra desde sus raíces, y será desde sus raíces de donde brote la rabia que nos llevará de una vez por todas a la oportunidad de cambiar nuestras vidas para siempre. Eso, eso es un pueblo hermoso.

 

El joven secundario
y el universitario
con el joven proletario
¡Quieren revolución!


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Si resulta que sí
si podrás entender lo que me pasa a mí esta noche,
Ella no va a volver
y la pena me empieza a crecer adentro.